Viajar no es solo descubrir paisajes: también es probar sabores que cuentan historias. En nuestros años organizando viajes para españoles, hemos comprobado una y otra vez que la comida es uno de los recuerdos más vivos que se llevan nuestros clientes. Por eso hemos creado esta propuesta especial: una ruta gastronómica por Brasil, diseñada para que conozcas el país a través de su cocina, desde los mercados populares hasta restaurantes gourmet reconocidos internacionalmente.
¿Qué hace única la gastronomía brasileña?

- Diversidad cultural: herencia indígena, africana y europea.
- Productos tropicales: frutas exóticas, pescados frescos y cortes de carne únicos.
- Regiones con identidad propia: el nordeste no sabe igual que el sur, y la Amazonía es un mundo aparte.
👉 Siempre decimos a nuestros viajeros: probar Brasil es entender mejor su gente y su historia.
Río de Janeiro: contrastes de sabor con vistas al mar
La feijoada de los sábados

Plato nacional por excelencia, combina alubias negras, carnes ahumadas, arroz y farofa. La tradición en Río es comerla los sábados, acompañada de caipirinha.
👉 No te puedes ir de Brasil sin probar una feijoada en Santa Teresa: música en vivo, mesas compartidas y todo un barrio reunido en torno a una cazuela humeante. Es un momento que te hará sentir parte de la ciudad.
Alta cocina en Ipanema

Río también es sinónimo de gastronomía sofisticada, una ciudad donde comer bien forma parte del estilo de vida carioca. En los últimos años, restaurantes de autor han llevado la cocina brasileña a otro nivel, reinterpretando platos tradicionales con técnicas modernas y una presentación digna de cualquier capital gastronómica del mundo. En barrios como Ipanema, Leblon o Santa Teresa puedes disfrutar de espacios que figuran ya en guías internacionales y cuentan con chefs reconocidos que combinan ingredientes locales —como maracuyá, mandioca o pescados frescos de la bahía de Guanabara— con preparaciones contemporáneas.
Salvador de Bahía: el sabor de África en Brasil
Moqueca bahiana
Un guiso de pescado o marisco cocinado lentamente con aceite de dendê y leche de coco. Su aroma es inconfundible y refleja la influencia africana de la región. La moqueca bahiana es mucho más que un plato: es un ritual que reúne familias los fines de semana y que ha traspasado generaciones. Preparada en cazuelas de barro, se cocina a fuego lento con cebolla, pimiento, tomate y cilantro fresco, lo que le da un sabor intenso y redondo.
Acarajé en la calle

Los puestos de mujeres vestidas de blanco (baianas) son emblemáticos. Su acarajé —bollo de frijol frito relleno con camarones y vatapá— es Patrimonio Cultural de Brasil. Detrás de esta receta hay tradición religiosa y cultural, ya que proviene del candomblé y se ofrecía a los orixás antes de convertirse en delicia popular.
El proceso en sí mismo es un espectáculo: la baiana amasa, fríe el bollo en aceite de dendê y lo abre con destreza para rellenarlo con vatapá (crema de pan, camarones secos, cacahuete y leche de coco).
Amazonía: sabores de la selva
Pescados deliciosos

Si viajas al Amazonas tienes que probar el pirarucú. Es considerado uno de los peces de agua dulce más grandes del mundo, ya que puede superar los dos metros y los 100 kilos de peso. Su carne es firme, sabrosa y muy versátil: se sirve tanto fresca a la parrilla como deshidratada en recetas tradicionales de la selva. Tampoco puedes irte sin probar el tambaqui, que tiene una textura más delicada y un sabor que recuerda al de los frutos amazónicos, por su alimentación a base de semillas y frutas que caen al agua.
Probar estos pescados no es solo una cuestión culinaria, sino también cultural: forman parte de la dieta diaria de las comunidades locales desde hace siglos. En Manaos, por ejemplo, es común encontrar restaurantes especializados en pirarucú, mientras que en los lodges amazónicos muchos viajeros disfrutan de un tambaqui asado junto al río, escuchando el sonido de la selva.
Frutas exóticas

El camu-camu, el cupuaçu y el açaí en su versión original son joyas frutales de la Amazonía que no se parecen a nada que llegue a Europa. El camu-camu es una pequeña baya ácida con un contenido de vitamina C entre los más altos del mundo, ideal para zumos que refrescan en el calor húmedo de la selva. El cupuaçu, pariente cercano del cacao, tiene una pulpa blanca y cremosa con un aroma que combina chocolate, plátano y piña; se utiliza en postres, helados y batidos.
Y el açaí merece una mención especial: en Brasil no es la versión edulcorada y mezclada con granola que conocemos en Europa, sino un fruto amazónico servido como una pasta espesa y energética que suelen consumir las comunidades ribereñas.
Sur de Brasil: tradición gaucha y vinos emergentes
Churrasco rodizio

El sur de Brasil es la tierra de los gauchos, una figura icónica que evoca la tradición de las pampas y la pasión por la carne. Aquí, el churrasco rodizio es mucho más que una comida: es una auténtica experiencia cultural y gastronómica que se vive en las churrascarías, donde la carne asada a la brasa se sirve directamente en espadas. Los camareros, conocidos como «passadores», recorren las mesas ofreciendo diferentes cortes de carne (picanha, alcatra, costela, maminha…) recién hechos, que se cortan al momento frente al comensal.
Os podemos asegurar que la calidad de la carne es de otro nivel y la forma de servirla ¡es todo un espectáculo!
Vinos de la Serra Gaúcha
La región de Bento Gonçalves, en la Serra Gaúcha, produce vinos espumosos y tintos cada vez más reconocidos a nivel internacional, con bodegas que ofrecen catas y visitas guiadas. Es un destino ideal para combinar con una escapada a la naturaleza del sur, donde los paisajes de viñedos se mezclan con valles verdes y pequeñas cascadas, ofreciendo un contraste sorprendente con el Brasil tropical.
Búzios y Paraty: mar y sofisticación
Pescados y mariscos frescos
Al ser destinos costeros, la gastronomía gira en torno al mar: calamares, langostas y ceviches tropicales que sorprenden por la frescura de los ingredientes y el toque creativo de los chefs locales. Comer un pescado a la parrilla frente al puerto de Paraty o una langosta recién capturada en Búzios es una experiencia que combina sabor y paisaje, porque aquí los platos saben todavía mejor acompañados por la brisa marina y las vistas al Atlántico.
Toque cosmopolita en Búzios

Restaurantes regentados por italianos, franceses y argentinos han creado una escena gastronómica variada con mucho estilo, en la que la cocina internacional se fusiona con productos brasileños como la mandioca, el cajú o el mango. Esto ha convertido a Búzios en un destino cosmopolita donde en una misma noche puedes cenar pasta fresca con frutos del mar o degustar un sofisticado menú de autor inspirado en la cocina mediterránea, todo ello acompañado de un ambiente chic y desenfadado.
Dulces y bebidas típicas
- Brigadeiro: dulce de chocolate condensado que encanta especialmente a los niños.
- Quindim: postre de coco y yema de huevo.
- Caipirinha: cóctel icónico, pero recomendamos probar también variantes con frutas tropicales como maracuyá o cajú.
Conclusión

Una ruta gastronómica por Brasil es mucho más que un recorrido de platos: es entrar en contacto directo con la diversidad del país a través de los sentidos. Con nuestra ayuda, tendrás no solo los mejores restaurantes reservados, sino también acceso a experiencias auténticas que solo conocen quienes han recorrido el país en profundidad.
👉 Cuéntanos qué tipo de sabores te apasionan y diseñaremos un itinerario donde la gastronomía sea la protagonista de tu viaje a Brasil.


